miércoles, 28 de noviembre de 2007

Las putas de las pulgas

Con perdón para las trabajadoras del amor, que a mí me merecen todo el respeto del mundo,no así sus "representantes artísticos". Bueno, pero no es de esto de lo que quiero escribir hoy. Hoy me voy a quejar amargamente de las hijas de satanás de las pulgas, que son la hostía. O por lo menos un grupo de élite de ellas que andan emboscadas en mi perro Luki. Estas deben haber estado en Bosnia o al menos haber hecho la mili en la COE de Jaca, a juzgar por los conocimientos de supervivencia que están demostrando.
Les he echado dos o tres tipos de productos para liquidarlas, cada uno de ellos en dos o tres ocasiones y ahí siguen tocandole los cojones al perro y al amo del perro, que parezco un chimpacé, no solo por las orejas, que también, sino por que solo de pensarlo me pican hasta las uñas de los pies y ando todo el día rascándome cual primate.
Ya hasta se las busco a mano entre el tupido pelaje y disfruto estallándolas con el borde de la base del mechero. Lo que te digo, solo me falta llevármelas a la boca siguiendo la simia conducta de los documentales de National Geografic. Ayer, casi me pongo el traje de camuflaje y me pinto la cara de verde con rayas negras para aplicarles el spray.
Yo que tenía pensado reencarnarme en perro de mi casa, que viven de puta madre...
Ahora prefiero reencarnarme en lagarto, que además de estar super protegidos no tienen pelos entre los que puedan campar esos infecto-microscópicos seres odiosamente molestos o sus comandos especiales, que deben ser los que han desembarcado en el pobre Luki.
Cuando le caze otra, le voy a organizar un velatorio, para ver si las demás van al funeral y las pillo juntas y desprevenidas, que se van a enterar.