domingo, 29 de noviembre de 2009

Había una vez...

"Había una vez un barkito chikitito, había una vez un barkito chikitito
que no podía, que no podía, que no podía navegar.
Pasaron un dos tres, cuatro cinko seis semanas
pasaron un dos tres, cuatro cinko seis semanas
y akel barkito y akel barkito y akel barkito navegó..."
Esta era una canción que cantaban Valentina, el Capitan Tan, el Tío Aquiles y Locomotoro (Los Chiripitiflauticos) cuando algunos cincuentones actuales usabamos pantalones cortos en invierno. No sé si alguno de aquella quinta se acordará...
Bueno, lo cierto es que más recientemente había otro barkito, no tan chikitito, que desoyendo los consejos de su mamá, se aventuró en el bosque del lobo feroz para llevarle un pastel de atún a su abuelita, abandonando así la vereda de seguridad marcada por la Comunidad Internacional. Vereda que estaba vigilada por unos guardabosques muy simpáticos, de muchos países, que mantenían al lobo a raya, para que no molestase a los niños que pasaban por el camino con pasteles de atún para sus abuelitas.
Hasta que un día, el barkito que abandonó la vereda, se encontró con el lobo feroz, que tenía una pata de palo, un garfio en su mano derecha y un ojo tapado con un parche. Y le preguntó al barkito: "¿Donde vas Kaperucita con esa cestita ...?" y el barkito le contestó: "Voy a casa de mi abuelita para llevarle este pastel de atún y estas cosillas...".
El resto del cuento ya se lo saben.
¿Y la moraleja?
¿Hacer caso a los mayores y no adentrarte solíta en el bosque del lobo feroz?
¡Eso era antes!. Ahora el cuento ha cambiado de lo lindo. Hasta lo de que el lobo le pregunta a la Alakrana donde vas con la cestita, sigue igual. Pero a partir de ahí ya no tiene nada que ver.
Ahora, cuando el cazador le abre la barriga al lobo mientras siesteaba al lado del índico y saca a Kaperucita y a su abuelita eso no es que las salvara, no. Eso es improvisación y descoordinación. Y por supuesto, la culpa de que el lobo se las comiese, ahora es del cazador que se las sacó de su barriga, que ni era cazadaror ni nada. Según dicen arreglaba zapatos ¿como iba a saber un humilde zapatero practicarle al lobo una laparotomía para extraerle a los inquilinos?
Incluso cuando la mamá le dice a Kaperucita "no te salgas de la vereda de los guardabosques", eso es también improvisación y descoordinación.
Y la moraleja ahora es: Cuando Kaperucita vaya a llevarle atún a la abuelita, lo que vamos a hacer es meterle cuatro guardabosques en la cestita.
¿Que les parece cómo ha cambiado el cuento?

sábado, 28 de noviembre de 2009

Yo tambien soy Laura Garrido

Tras un año menos un mes y un día sabáticos, no puedo por menos que escribir dos lineas para sumarme a los "yo también soy Laura Garrido" y así solidarizarme sin reserva alguna con una joven, hermana scout, a la que no tengo el gusto de conocer personalmente y a pesar de ello creo a pies juntillas que es una persona honrada, integra, inteligente, trabajadora y valiente. Cuyo único "pecado" que le ha hecho acreedora de una querella de "manos limpias" (¿no sería más acertado capuchones blancos?) es ser la Presidenta del Consejo de la Juventud de Extremadura, órgano al que no le llegan ni a las suelas de los zapatos la mayoría de los colectivos/organismos que han puesto en cuestión una de las infinitas actividades que en favor de los jóvenes extremeños, sin exclusiones de ningún tipo, viene desarrollando.
Estoy absolutamente escandalizado y sumamente indignado por la polémica que, incluso a nivel nacional, se ha desatado acerca de las jornadas que sobre educación sexual viene celebrando el Consejo de la Juventud en nuestra Comunidad. En pleno siglo XXI, !que manda narices! y en este país que afortunadamente ya hace años superó felizmente el Nacionalcatolicismo.
Y todo por que una persona, hipócrita donde las haya, que seguramente se masturba como una banda de monos en la lúgubre oscuridad de su soledad, vio carnaza en el programa de las tan traídas y llevadas jornadas al recibirlo oficialmente y, con absoluta nocturnidad y alevosía, utilizando medios públicos, sufragados por todos los ciudadanos, lo filtró a la caverna informativa para que ésta, como efectivamente hizo, le sacase jugo al asunto.
Ya le gustaría a esa persona poseer al menos una quinta parte de la formación, la capacidad de trabajo y el compromiso de quien al final su mala leche ha puesto en cuestión: la Presidenta del Consejo, Laura Garrido.
Muchas más Lauras Garrido tendríamos que tener en Extremadura y bastantes menos fariseos de la calaña de quien realmente ha originado el lío con la clara intención de hacer el mayor daño posible a todo el mundo: a los jóvenes de nuestra comunidad, a las instituciones de la misma y a la propia región, que ha puesto en cuestión ante la totalidad del estado.
Solo pido que el apoyo a Laura Garrido y al Consejo de la Juventud de Extremadura, sea unánime y masivo. Al menos de todas las Instituciones extremeñas y de todas las personas cavales de esta tierra.
Yo me adhiero al tan acertado "yo tambien soy Laura Garrido".