sábado, 9 de enero de 2010

¡Como le gustan al alcalde las estrategias!

Bueno, los Reyes o la Bruja, se portaron bien. Yo no he escapado mal (ya diré por que en otra ocasión), a pesar incluso de mis dudas entre SSMM y la Befana . Les han dejado regalos a 72 niños de Navalmoral en la Sede de Cruz Roja y por lo que he escuchado por ahí, la crisis no la han notado en exceso los pequeños de la localidad en general.
Siempre habrá comerciantes que aseguren que ha sido una catástrofe, pero mayor catástrofe que la locura consumista de este evento y de estas fiestas en su conjunto, es difícil encontrar. Yo he sido el primero en contribuir activamente a tal desatino, pero ¡que le vamos a hacer!.
Pero fijaros si se habrán portado bien, que hasta nos han traído un Pregonero del Carnaval, mi amigo del alma César Vizcaíno, que creo se lo tiene bien merecido. No solamente ya por su trabajo como Concejal de Festejos durante la alcaldía de Salud Recio, que efectivamente le pudo costar un disgusto gordo que quedó en un tremendo susto, sino también por otras muchas cosas que César ha hecho y sigue haciendo, altruistamente, por esta ¿ciudad?. No olvidemos que ha estado metido en un sin fin de sitios, organizando siempre cosas para los demás, de las cuales cabe resaltar ante todo la Hermandad de Donantes de Sangre del Campo Arañuelo, sin la cual, obviamente el Banco de Sangre de Navalmoral no hubiese podido existir. Por no hablar del Club de Natación, por el que han pasado centenares de niños y jóvenes moralos y con el que se han conseguido importantes galardones deportivos para la localidad.
En definitiva, el Pregonero de hogaño es una persona activa, comprometida con su pueblo de adopción (él es talayuelo de nacimiento), que ha seguido y seguramente igualado los pasos de su padre (también talayuelo, pero más moralo que el de más pura cepa y toda una Institución aquí) Pepe Vizcaíno.
Siempre ha dado casi todo por la gente. Sino que se lo digan a mi amiga Nina, su mujer y compañera de muchos de esos esfuerzos que ha realizado, en ocasiones hasta perdiendo parte de su sueldo y, repito, sigue realizando, ahora desde el importante trabajo sindical de defensa de los trabajadores de la que es sin duda la principal empresa de la zona: la Central.
Un espíritu inquieto en lo social, un trabajador abnegable, sensato políticamente si bien herido en lo más profundo de su corazón por lo que siempre consideró una injusticia y un error político de evidentes consecuencias para Navalmoral de la Mata, el cambio de una candidata por la que él se dejó la piel, por un viejo conocido que venía a comerse de nuevo el mundo y le dieron con las puertas en las narices.
Solo hay dos palabras que lo definen : César Vizcaíno.
Pues bien, lo que yo quería poner hoy de manifiesto con esta entrada, es la afición que tiene Rafael Mateos, actual alcalde de Navalmoral, por las estrategias políticas. Cómo se ha apañado una vez más, para intentar diezmar al partido de la oposición.
Con la decisión de designar a César para uno de lo reconocimientos sociales más importantes en Navalmoral, decisión que por otra parte yo alabo por razones obvias, estoy convencido de que no busca otra cosa que desarmar un poquito más al PSOE moralo ante su electorado, diciéndole : " si yo soy también vuestro alcalde". "Fijaros si seré el alcalde de todos, que, una vez más, quiero congraciarme con vosotros nombrando a uno de los vuestros nada menos que Pregonero del Carnaval".
Ya lo hizo con el que se venía a comer nuevamente el mundo, que en ese caso si que jodía como éste le bailaba (y le baila) el agua. Pero en este caso, yo creo que no va a conseguir el mismo efecto. Primero, por que César no tiene adversarios políticos dentro de la organización socialista y segundo, por que César Vizcaíno, sí que es de todos. De los sociatas y de los no sociatas.
Yo me alegro inmensamente de que César sea reconocido, pero a la vez digo : ¡que jodío el alcalde!. Está todo el día cabilando a ver como mantiene abiertas determinadas heridas en la oposición. Claro que también cabe la duda de si estas escaramuzas son sintomáticas de que empieza a tener sus miedos ante su hipotética tercera candidatura a las elecciones, de la que yo estoy seguro, a pesar de sus primeras declaraciones de que ésta era la última vez que se presentaba.
¡Ahí queda eso!