lunes, 4 de enero de 2010

¿Sigo con los Reyes o me paso a la bruja?


En mi casa somos un poquito "flanders" y la cosa de los Reyes Magos la seguimos celebrando con gran emoción. No importa que los niños tengan treinta una y veintiocho años el otro. Aquí se siguen poniendo los zapatos debajo del árbol de Navidad (detalle, además de anglosajón, centro y norte europeo) por razones obvias, ya que en mi hogar un Belén se sentiría tan extraño como una cabra en un garaje. Y los Magos de Oriente nos dejan los regalitos a cada uno en su calzado, a pesar de la evidente incoherencia con lo anterior. ¿Qué quieres?... nos hace mucha ilusión.
Bueno pues deseosos ya de que mañana por la noche lleguen SSMM, hoy comiendo hemos escuchado en el telediario de la Primera (ya sin cortes publicitarios) una curiosa historia acerca de una bruja italiana que, al parecer, hace allí las veces de nuestros Reyes. Y claro, cuando he tenido un hueco, me he metido en google y ¡zas! lo he encontrado. Se trata de La Bruja Befana y me ha parecido muy curiosa la historia, así que la pongo aquí:
Al parecer, la bruja de la Befana es una figura típica de un gran número de zonas de Italia. Su nombre proviene de la palabra epifanía, la festividad religiosa en la época de Navidad que se celebra en Italia. Según la tradición, la Befana visita las casas de los niños de Italia la noche del 5 al 6 de enero, montada en su escoba, para llenar los calcetines que estos dejan en sus casas, con regalos y caramelos si han sido buenos o con carbón, si se han portado mal.
Y es que, según cuenta la leyenda de la Befana, los Reyes Magos al perderse de camino a Belén para llevar sus presentes al niño Jesús, pidieron ayuda a una anciana para que les guiase en el camino. A pesar de las súplicas de los Magos para que les ayudara, la anciana no accedió y se quedó en su casa. Después de pensárselo mejor, la anciana se arrepintió de no haber acompañado a los Reyes y preparó una cesta con varios dulces y se fue en busca de SSMM. Al no conseguir encontrarles, la anciana se iba parando en cada casa que encontraba y regalaba los dulces que había preparado a los niños, confiando en que alguno de ellos fuera el niño Jesús.
Desde entonces y hasta la actualidad, cada 6 de enero va a las casas de todos lo niños de Italia para ser perdonada, en lo que se ha convertido en una tradición obligatoria en las fiestas de Navidad en Italia y en una de las tradiciones más importantes del año, sobre todo para los niños.
¡Coño! ya tengo la escusa para dejar de ser monárquico una vez al año(aunque no así creyente de la parte que me interesa). Y ahora no se que hacer, si seguir con los Reyes Magos, que al fin y al cabo no dejan de ser Monarcas por muy populares y anti-xenófobos que sean, o por el contrario, pasarme a La Bruja Befana, que a la postre, parece como más del pueblo (y digo yo, que a lo mejor tiene algo que ver con Galizia y con lo Celta).
¡Que dilema! De cualquier forma, yo voy a poner el zueco.