miércoles, 27 de junio de 2007

Un flamante Presidente

Ya tenemos nuevo Presi y por la pinta y lo que ha dicho en su discurso de ayer, estoy convencido de que va a ser un magnifico Presidente de todos los extremeños y extremeñas. Yo estoy orgulloso de él ¿qué quieres?.
Desde aquí, mi más sincera enhorabuena Guille, y la de toda la tripulación de la chalupa morala.
Me encargó también el "Comitele" que transmitiese su felicitación al nuevo Presidente, así que aprovecho este humilde blog para hacerlo. ¡Larga Presidencia para GFV!

martes, 26 de junio de 2007

Diario de Navegación (Continuación 3ª)

Algo más de una semana llevábamos navegando, con ganas ya de encontrarnos en alta mar con la nao de "El Can", sobre todo por saber que tripulación llevaba.
"Barco a la vista... " , gritaron desde el palo mayor.
¿ Sería el temido en la isla, corsario del garfio en la derecha?.
"¿Que pabellón tiene?", increpé al vigía.
"Una bandera tricolor", contestó.
"¿No lleva otra roja con herramientas?", pregunté.
"No, lleva... una verde con pajaritos y flores, una fuente y muchos caminos", me dijo el vigía.
"Entonces es la nave de Paulin Barbalarga, con cuatro gatos a bordo", le dije al contramaestre.
"El capitán lleva un gorro de pelo largo y una gran bufanda gris...", continuaba el vigía.
"No es un gorro, son sus melenas y no es bufanda, sino una larga barba gris", comenté con el contramaestre.
"No hay duda, es Paulín", dijo éste.
La tripulación en pleno subió a cubierta a comentar el barco avistado.
"Nos va a quitar parte del botín", comentaban algunos.
"No va a ser capaz de entrar en la fortaleza", decían otros.
Pero en realidad, la gente no estaba muy contenta, por que en el fondo, todos habíamos abrigado la esperanza de que Barbalarga no sería capaz de fletar ningún barco en esta ocasión.
De todas formas, los lugareños que apoyaban siempre a Barbalarga, no nos habrían apoyado a nosotros aunque él no se hubiese hecho a la mar.
"¿Lleva mujeres en la tripulación?", preguntamos al vigía.
"Sus parientas", contestó.
"Ya, pero mujeres al fin", pensamos todos. "Entonces pasa el control del Tribunal de asaltos".
"A lo mejor no son suficientes...", decía el Contramaestre.
"De haberse embarcado, es por que las tiene", dijo alguien de la tripulación.
"Capitán, ¿ me acerco al barco?", preguntó el timonel.
"Manteen el rumbo", contestamos todos al unísono.
Y enfilamos hacia el puerto de Gutemberg a recoger las etiquetas con los retratos de la tripulación, para pegarlas en las botellas de ron que teníamos pensado repartir entre los isleños, a fin de que nos ayudasen a a asaltar el castillo. También nos habían encargado algunos retratos míos y de la tripulación en grande, para clavarlos en las puertas de la Ínsula. De esta forma los lugareños sabrían quienes eramos.

domingo, 24 de junio de 2007

Diario de a bordo (continuación)

A los pocos días de hacernos a la mar, el grumete nº 13 desde el palo mayor alertó de la presencia en el horizonte de un barco pirata: "'¡alarma, alarma... piratas!"
Tras ver por el catalejo el Contramaestre y yo a la capitana corsaria de larga cabellera rubia en el puente de la nave, tranquilizamos a la tripulación: " tranquilos, son amigos..."
Se trataba del barco del "Gipn-tonic", con cuya tripulación habiamos tenido meses antes, algunos contactos en tierra. Nos habíamos juntado alguna vez con su capitana, en la agradable taberna con olor a café de la ciudad de Dakar. Habiamos conveniado, SIN FIRMAR ningún documento, que ambas embarcaciones atacariamos, POR SEPARADO el castillo del Moral, eso sí, el mismo día. Pero creíamos haberle dejado bien claro a aquella infatigable mujer que, si bien lo haríamos al unísono, cada bando abordaría el asalto por una cara distinta del castillo. Era lo acordado. Cada uno con sus armas y con sus propias arengas, marchas y tonadillas de combate.
Algunos días después de nuestras conversaciones con la rubia bucanera,nuestros espías no habían alertado de que andaba diciendo por toda la isla que atacariamos juntos el castillo, con el fin de reclutar apoyos de gentes que tenían pensado ayudarnos a nosostros en el asalto. Al parecer les contaba que habíamos sellado un pacto de sangre, en virtud del cual asaltariamos la fortaleza todos revueltos, por la misma cara de las murallas y con las mismas canciones y marchas.
Por eso tuvimos que volver a encontrarnos con ella,antes de echarnos a la mar, para dejarle bien claro que, aunque el objetivo fuese común, cada tripulación utilizariámos nuestras armas y que no queriamos ningún "totus revolotum".
Con el tiempo descubriríamos que de nada sirvió nuestra advertencia, pues aquella filibustera, seguía diciendo que gobernaríamos juntos aquel castillo, tras el asalto. Esto confundía mucho a la población, que, aunque todos coincidían en querer librarse del Señor de la fortaleza, otro viejo bucanero, también con pata de palo y un garfio de duro acero en su mano derecha, empezó a no tener muy claro, a quien apoyar en aquella aventura, para sacudirse el yugo del temido corsario, apodado "el can" y de quien contaban que mandó cortar unas decenas de árboles de la isla, para hacerse una pata nueva.

jueves, 21 de junio de 2007

Diario de Navegación

El mes de Enero lo dedicamos el Contramaestre y yo a reclutar a la tripulación de la nave que habíamos tardado en reconstruir tres largos y laboriosos años, a partir del maltrecho casco agujereado de la antigua carabela, tras su anterior naufragio en aguas de la Ínsula Barataria, bajo el mando del viejo pirata cojo,con un parche en el ojo y una pata de palo.
A algunos, la nao reconstruida con tanto esfuerzo y sudor, se nos antojaba como un flamante galeón; si bien tras el nuevo naufragio sufrido unos meses después,caímos en la cuenta de que a mucha gente de aquel pueblo de pescadores, seguramente les parecía más chalupa que galeón.
Pero de cualquier manera, aquella ¿chalupa? con su elegante mascarón de proa y todo, en forma de rosa zapatera, fue botada con todos los parabienes de los maestros y artesanos que habían participado en su reparación, así como de las autoridades de la compañía del mascarón y los cronistas, voceros, pregoneros y trovadores del lugar. Y así, el 8 de febrero, se estrelló contra aquel reforzado casco una botella de cava de Almendralejo, con un noventa y tantos por ciento de contenido de claro y espumoso apoyo y se echó a la mar.
En el puente el capitán gritaba : " a toda vela, rufianes..." mientras el barco enfilaba mar a dentro entre los flases de los cuentacuentos y ciegos, que rápidamente corrieron a extender la buena nueva de la aventura por todos los rincones de la geografía de la ínsula. Se escuchaba cada vez más lejos la voz del capitán: "... rumbo al puerto de Demos, donde asaltaremos el castillo del Moral..."

Bienvenida

Bienvenido al blog de un novato en esta materia. Con este espacio intentaré aportar opiniones y reflexiones acerca de la vida cotidiana y de las cosillas que nos preocupan y nos afectan a diario.