martes, 13 de mayo de 2008

"Maria (no?) es de todos"

Dice Esteban González Pons : "María es de todos". ¿Habrá querido decir María-no ? Si no es así no entiendo nada (mentira, sí que lo entiendo), pues resulta que no hace muchos días, en uno de los pequeños baños de multitudes que se está dando Mariano antes de su Congreso de junio, adelantó como primicia que Esteban González Pons va a ser uno de los "hombres de Rajoy". Hasta ahora, por cierto, el único.
Bueno, pues si el hasta ahora "único hombre de Rajoy" se descuelga diciendo que María es de todos, y dice más, "donde esté María, tiene que estar el Partido Popular", Rajoy acaba de hacer un pan como unas tortas, a menos que Pons no termine el nombre y en realidad se refiera a María-no.
Ya en serio, las hasta ahora mini-crisis populares de Gallardón, Esperanza, Zaplana y Acebes, las dos últimas sabiamente denominadas por un joven y brillante escritor local como "la fuga de los grises", al lado de la verdadera crisis de María San Gil, son juegos de niños. Esta si que es, en mi opinión, una crisis popular con todas las de la ley. No hay más que ver las reacciones de muchos de los líderes del Partido Popular, alineándose del lado de María, incluida Ana Botella, es decir, José Marí Aznar ¿o Ansar?.
Por mucho que Mariano Rajoy se mate en decir que él no tiene ni pajolera idea de lo que dice la ponencia política, que el partido que ¿preside? está elaborando para su congreso, lo cierto es que yo creo que, en realidad, ha hecho un análisis político bastante realista; por otra parte nada novedoso. Quizás en el PP, pero nada más. Análisis que no es otro que el siguiente:
- Desde el PP de Zaplana y Acebes (Los grises) se ha demonizado en exceso a los nacionalistas.
- El electorado no nacionalista de las autonomías en las que están los nacionalistas se ha sentido atacado por extensión y ha reaccionado en contra, pero en vez de votando a los soberanistas, dándole el voto al otro partido no nacionalista, que les ha ocupado parte de su espacio político, moderándoles el proyecto soberanista. En mayor o menor medida, pero se lo ha ocupado, desvirtuando así el peligroso discurso ultranacionalista, consecuencia del acoso popular.
- Esas autonomías, Cataluña y Euskadi sobre todo, le han dado el triunfo al Partido Socialista en el conjunto del Estado, perdiendo fuelle, principalmente en Euskadi, el voto separatista.
- En conclusión, el PP no puede ganar unas elecciones generales sin los votos de estas autonomías, por lo que, dentro del aura de moderación que no ha tenido, pero que quiere imprimir al Partido Popular Mariano Rajoy, necesita un cierto acercamiento a los partidos nacionalistas. O al menos un cambio de actitud frente a los mismos. O mejor dicho, frente a sus postulados. Lo del "catalán en la intimidad", vaya.
Análisis correcto en opinión de mucha gente. Pero he te aquí que se le descuelga María San Gil, persona realmente apreciada en el Partido Popular, a pesar de que ha perdido votos en su territorio, diciendo que ella no está de acuerdo con este posible cambio de rumbo del partido y en consecuencia abandona la redacción de la ponencia política. Y empieza a producirse a renglón seguido, una cascada de declaraciones populares a favor de la postura de San Gil.
Y frente a esto, lo que a mí me ha quedado anonadado, son las declaraciones del hasta ahora "único hombre de Rajoy", Esteban González Pons; quien en lugar de defender, aunque fuese con cautela, el nuevo posicionamiento que su mentor parece que propone, sale a reivindicar la figura de quien, echándole un par, ha desencadenado la primera crisis seria del partido en todo este cuento, entretenido, de la travesía del desierto de "Raysés" con su partido.
Difícil se lo están poniendo al gallego desde luego, quien, por otra parte, parece que está tensando la cuerda a fin de comprobar la resistencia de la misma. Lo que es menester es que a raíz de todo esto, la cuerda no se rompa en dos : Un PP de centro y otro de derechas, porque eso obligaría a re-posicionarse al PSOE. Que tendría que volver a repetir la historia de Felipe González, moderándose para conservar el electorado de "centro-izquierda", que podría escapársele al "centro" una vez que éste hubiese perdido el lastre de "la derecha". Lo que en mi opinión, sí que sería una pena.
No olvidemos que las políticas más avanzadas socialmente en este país, se han hecho desde un PSOE en el gobierno con verdadera vocación de izquierdas; sin quitar ni un ápice de valor a las políticas reformistas del Presidente González, que fueron las que tenían que ser y podían ser, en aquellos momentos, para modernizar e imprimir normalidad al país, sin riesgos de involuciones.
Encendamos pues una vela para que el PP no se rompa en pedazos. ¡Ironías de la vida!