domingo, 2 de marzo de 2008

¿Es democrático buscar la abstención?

La mayor expresión y reafirmación de la democracia sería un 100% de participación de los ciudadanos en cualquier elección. Aunque hubiese, incluso, un elevado porcentaje de voto en blanco. Esto querría decir, democráticamente, que habría un elevado número de ciudadanos a los que no les gustarían ninguna de las opciones presentadas, pero al menos lo expresarían claramente, contribuyendo con esa actuación responsable a que las opciones pudiesen replantearse sus ofertas, si dicho numero de votos blancos fuese importante.
Esto obviamente es una utopía, pues en cualquier sociedad, por muy avanzada que esta sea, siempre habrá individuos que no crean en la democracia. Ese es su problema y los demócratas tendremos que aguantarnos.
Pero lo que no tendría presentación, es que alguna de las opciones que se presentan al refrendo popular, buscase, en lugar del apoyo mayoritario para ella, lo cual es lo más legítimo del mundo, elevar la abstención, calculando que ésta le pueda favorecer, toda vez que seguramente considere que su oferta ha llegado a un determinado techo de apoyo, el cual, en lugar de intentar sobrepasarlo, lo dan por hecho, aún sabiendo que éste, no les va a permitir ser la opción mayoritaria.
Para mi, una opción que actuase así, lo único que demostraría es, por una parte un falta de confianza en su propia oferta y por otra, una ausencia del mas elemental principio democrático, cual es la expresión libre del mayor número posible de ciudadanos a través de la participación. Aspecto éste fundamental, en mi opinión, para que una democracia sea realmente una democracia.
Por lo tanto, sería entendible que una determinada opción pidiese el mayor respaldo posible para su oferta y a los que ellos creyesen que podrían respaldar a otras opciones, intentasen convencerles de lo mala que podría ser ésta y les pidiesen claramente que o respaldasen la suya como mal menor o, en todo caso, manifestasen su disconformidad a través del voto en blanco.
Pues bien, quienes estéis de acuerdo con estas premisas, coincidiréis conmigo que lo de Gabriel Elorriaga, responsable de comunicación del PP, confesando en una entrevista al diario Financial Times la estrategia electoral del PP, que, según dichas declaraciones, estaría buscando la abstención entre los electores, o al menos, en parte de los mismos, no tiene presentación.
La afirmación concreta de este señor de: "Si podemos generar suficientes dudas sobre la economía, la inmigración y los temas nacionalistas, quizás se queden en casa"(los votantes socialistas indecisos), destapa en realidad la escasa convinción democrática del Partido Popular o, al menos, de sus actuales dirigentes.
Es que Elorriaga le ha dicho al periódico británico que la estrategia del PP "está centrada en los votantes socialistas indecisos", admitiendo que los dirigentes del Partido Popular son conscientes de que esos votantes nunca les van a respaldar en las urnas, por lo que "si podemos generar suficientes dudas ... "etc., revelando a la redactora del Financial Times que, a su juicio, la clave del 9-M está en esta estrategia" y que "el resultado de las elecciones dependerá del impacto de este mensaje" en los votantes socialistas.
Esto es muy triste para un demócrata convencido y aunque solo fuese por esta peculiar apreciación que de la democracia tiene evidentemente el PP, los electores, incluidos los suyos, deberíamos ir a votar masivamente. Unos al PSOE, como pienso hacer yo, otros al PP, como sin duda hará mucha gente y al resto de opciones, como están en su derecho y aquellos a los que no les convenza su propia opción o ninguna de las mismas, en blanco. Pero todos deberiámos darle a los dirigentes del PP una lección de democracia.

No hay comentarios: